1. El "gran cambio" ha llegado al mundo jurídico para quedarse
2019
El gran cambio social y tecnológico que afecta al conjunto de la sociedad tiene un claro impacto también en el sector jurídico.
En el “Estudio de innovación y tendencias en el sector jurídico empresarial” realizado en 2016, ya se ponía de manifiesto el papel clave que la innovación está jugando y va a jugar en un futuro próximo en el mundo jurídico español.
El estudio reflejaba que, aunque existían ciertos factores inherentes al sector que retrasaban el cambio -su carácter complejo, heterogéneo, tradicionalmente conservador y socialmente nuclear-, el concepto “innovación” despertaba especial interés para empresas y profesionales. Innovar o, al menos, no quedar rezagado frente a las innovaciones que afectan al sector, resulta una necesidad ineludible. No hacerlo supone una gran y clara amenaza. En este contexto, “innovar realmente”, es decir, convertirse en agente activo dentro de la reinvención del mundo legal, se presenta como una oportunidad enorme, cargada de ilusiones y posibilidades.
Una oportunidad que no es patrimonio de “los grandes”, en el sentido que comúnmente se puede entender, sino que se ofrece a todos los "grandes de mente", es decir, a todos aquellos que estén dispuestos.
- Nos encontramos en un momento de profunda transformación del mundo jurídico; y
- El cambio ya ha empezado y hay quienes están avanzando con bastante velocidad. Pero aún queda por delante un largo camino por recorrer.
Existen cinco factores de cambio comunes en todos los ámbitos observados:
1. La globalización y la superación de fronteras que la misma representa;
2. La era de la digitalización en la que vivimos (todo sucede online, tiempos de Big Data, automatización);
3. El perfil del nuevo cliente (más tecnológico, informado e internacional, muy sensible al precio, buscador de servicios eficientes e inmediatos);
4. Los cambios legislativos que afectan a la tecnología y a su regulación;
5. La presencia de nuevos competidores o de new players que están cambiando las reglas de juego (Legaltech, Google & IT players, Rocket Lawyers)
A todo lo anterior hay que sumar un catalizador: la crisis de 2008. Aunque no se puede considerar en sí misma una causante del cambio, es cierto que la escasez de recursos en todos los ámbitos -incluyendo el jurídico-, provocó una aceleración vertiginosa en dicha transformación.
Ahora bien, más allá de su inevitabilidad, lo cierto es que se reconoce la existencia de importantes barreras hacia el cambio.
Barreras que pueden ser, bien actitudinales (la dificultad para modificar hábitos y mentalidades); económico-financieras (innovar, en mayor o en menor medida, siempre suele exigir algún riesgo económico); o tecnológico-educacionales (el cambio posiblemente exija nuevas habilidades).
En primer lugar, cambia la relación con el cliente. El profesional tiende a convertirse en un consultor o coach focalizado en atender sus demandas. Esto tiene implicaciones en la oferta de servicios. La tendencia es el paso de una oferta centrada en la mera prestación de servicios legales, a otra enfocada en prestar servicios que resuelvan las necesidades de los clientes.
“El propósito de tu empresa tiene que ser el foco en el cliente, el foco en el servicio, tiene que estar dirigida hacia el otro más que hacia ti mismo”.
Jordan FurlongPrincipal, Law21