Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) constituyen una de las principales amenazas para el medio ambiente de nuestros días. A medida que el conocimiento de los efectos perjudiciales del cambio climático se extiende cada vez más entre la sociedad, las empresas tienen la responsabilidad de contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En este artículo analizamos los pasos que las empresas pueden seguir para administrar sus emisiones de GEI, desde medir y reportar hasta reducir y desarrollar soluciones innovadoras.
Te invitamos a descubrir cómo disminuir tus emisiones de GEI puede generar un impacto positivo en el medio ambiente, así como nuevos negocios y mejorar los vínculos con tus grupos de interés.
Las emisiones de gases que tienen un impacto sobre el efecto invernadero se conocen como Gases de Efecto Invernadero (GEI). Estas emisiones contribuyen al calentamiento global y al cambio climático cuando se liberan a la atmósfera.
Entre los principales GEI se incluyen el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y los gases fluorados (HFC, PFC y SF6).
El principal responsable de las emisiones de GEI es la actividad humana, gracias a la quema de combustibles fósiles para generar energía y el uso de vehículos de motor. Además, el ganado y los cultivos emiten grandes cantidades de metano y óxido nitroso.
La conciencia de las empresas sobre el impacto de sus emisiones de GEI está creciendo cada vez más. Están trabajando para disminuir sus emisiones, no solo para cumplir con la legislación ambiental, sino también para explotar las oportunidades que ello supone.
Las emisiones de gas de efecto invernadero (GEI) se dividen en dos categorías: emisiones directas e indirectas.
Para que una empresa evalúe su huella de carbono, debe tener en cuenta dos categorías de emisiones y los tres alcances que estas presentan:
Para determinar el impacto total de la huella de carbono de una empresa, es necesario medir las emisiones provenientes de cada uno de estos alcances. ¿Cómo podemos medirlas?
El Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG), liderado por el World Resources Institute (WRI) y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD), es una de las herramientas de medición de emisiones de GEI más ampliamente aceptadas y utilizadas en todo el mundo.
Establece estándares y directrices para medir, informar y gestionar las emisiones, y es utilizado por empresas, gobiernos y organizaciones de todo el mundo.
Para medir las emisiones de gases de efecto invernadero, las compañías deben realizar un inventario de emisiones. Esto requiere la recopilación de datos sobre las diferentes fuentes de emisiones y el cálculo de la cantidad de gases emitidos en términos de dióxido de carbono equivalente (CO2e). Esto se debe a que cada gas de efecto invernadero tiene un nivel diferente de potencial de calentamiento.
Las empresas deben realizar un inventario de emisiones de GEI, tanto directas como indirectas. Es importante que el inventario incluya todas las fuentes de emisiones pertinentes, lo que puede requerir la colaboración de los proveedores y otros socios comerciales.
Una vez que se haya realizado el inventario de emisiones, las empresas pueden emplear los datos para establecer metas de reducción de emisiones y diseñar estrategias para alcanzarlas. Estos datos también pueden servir para evaluar su rendimiento en cuanto a sostenibilidad y para satisfacer los requerimientos relativos a informes ambientales y de sostenibilidad.
En el caso de aquellas empresas que busquen ir más allá del cumplimiento básico, el objetivo suele ser el de alcanzar el Net Zero, es decir, cero emisiones netas.
Las emisiones de gases de efecto invernadero pueden tener un gran impacto en las empresas. Esto se puede ver en varios aspectos, los cuales examinaremos a fondo a continuación:
Los gases de efecto invernadero generan un cambio climático, el cual puede tener efectos perjudiciales para las empresas. Por ejemplo, el aumento del nivel del mar puede dañar la infraestructura costera y la logística, y los sucesos climáticos extremos pueden interrumpir las operaciones comerciales.
Asimismo, los cambios en los patrones climáticos pueden afectar la oferta y la demanda de productos y servicios, trayendo consigo desventajas económicas.
Las emisiones de gases de efecto invernadero están reguladas a nivel nacional e internacional y aquellas organizaciones que no sigan estas directrices pueden ser objeto de sanciones financieras y legales.
Además, el incumplimiento puede tener repercusiones desfavorables en la imagen pública y las relaciones con los grupos de interés.
La imagen pública y la responsabilidad social son factores importantes para cualquier empresa.
Las empresas que no abordan adecuadamente sus emisiones de gases de efecto invernadero pueden enfrentar la censura de sus partes interesadas, como los clientes, los inversionistas y los empleados.
Esto puede tener un impacto negativo en la reputación de la compañía y su habilidad para atraer y retener personal y clientes.
Por otro lado, las empresas que abordan correctamente sus emisiones de GEI pueden mejorar su imagen y su competitividad en un mercado cada vez más orientado a la sostenibilidad.
Aunque limitar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) puede representar una dificultad para las empresas, también puede ofrecer ventajas significativas para la innovación sostenible y el crecimiento empresarial.
A continuación, se enumeran algunas de las principales oportunidades que pueden surgir al reducir las emisiones de GEI.
La disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero a menudo implica una mayor eficiencia energética, lo que le puede contribuir a que las empresas reduzcan gastos y aumenten su rentabilidad.
Esto puede incluir la incorporación de tecnologías más provechosas, la mejora de los procesos funcionales y la disminución del malgasto de energía.
Minimizar las emisiones puede impulsar la innovación en términos de sostenibilidad y crear nuevas oportunidades comerciales.
Las compañías que generan soluciones novedosas para enfrentar las emisiones pueden ofrecer productos y servicios sostenibles para cautivar a los consumidores que descubren la sostenibilidad como un valor importante.
Además, disminuir las emisiones contribuye a que las firmas cumplan con las disposiciones medioambientales y accedan a los mercados con reglas ambientales más estrictas.
Disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es básico para enfrentar los efectos negativos del cambio climático y aprovechar las posibilidades que ofrece la sostenibilidad.
Aquí mostramos algunos métodos y prácticas que las empresas pueden implementar para reducir sus emisiones de GEI.
Estas son solo algunas de las formas en que las compañías pueden llevar a cabo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El reporte de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) da cuenta de la cantidad de emisiones de GEI que una compañía ha generado durante un periodo concreto.
Este informe es relevante porque permite a las corporaciones supervisar su avance hacia la disminución de emisiones de GEI y compartir sus acciones con los grupos de interés.
Preparar una relación de emisiones de gases de efecto invernadero puede resultar intimidante, pero hay herramientas y guías disponibles que ayudan. A continuación, se enuncian los pasos fundamentales que las compañías pueden llevar a cabo para elaborar un informe de emisiones de GEI:
Sugerimos que para completar tu reporte recurras a herramientas que faciliten la recopilación y el control de los datos de manera simple y segura.
Fuente: APlanet