En 2022, los impuestos ambientales alcanzaron los 20.529 millones de euros, lo que significa una disminución del 3,2 por ciento en comparación con el año anterior.
Esto se desprende del informe preliminar de Cuentas medioambientales del Instituto Nacional de Estadística (INE), que señala que de esta suma, los hogares asumieron casi la mitad, es decir, el 49,9 por ciento, lo que equivale a un aumento de 3,2 puntos en comparación con el año anterior.
En total, los impuestos ambientales representaron el 6,2% de la economía española, una disminución de 0,9 puntos en comparación con el año anterior cuando alcanzaron el 7,1%.
Según las cuentas nacionales, los impuestos sobre productos, excluyendo el IVA y los impuestos de importación, sumaron 15.057 millones de euros, un 7,5% menos que el año pasado.
Por otro lado, los impuestos sobre la producción alcanzaron los 3.648 millones de euros (un aumento del 17,3%) y los impuestos corrientes ambientales se situaron en 1.824 millones de euros (un 0,6% más). En total, los impuestos ambientales representaron el 38,4% de todos los impuestos corrientes.
Los impuestos sobre productos, excluyendo el IVA y los impuestos de importación con fines ambientales, contribuyeron con el 35,6% de la carga fiscal ambiental, mientras que los impuestos sobre la producción ambiental representaron el 15,2%.
En particular, los impuestos sobre la energía representaron el 80,6% de la fiscalidad ambiental, un 4,4% menos que el año pasado, seguidos por los impuestos sobre el transporte, que representaron el 14,7%. Mientras tanto, los impuestos sobre la contaminación y los recursos representaron el 4,7%, una reducción del 9,5% en comparación con el año anterior. Sin embargo, los impuestos sobre el transporte aumentaron un 6,8% en comparación con el ejercicio anterior.
En 2022, el 49,9% del total de impuestos fueron pagados por los hogares. De esta cantidad, el 76,5% correspondió al transporte y el 47,8% a los impuestos sobre la energía.
Por otro lado, las actividades económicas pagaron el 50,1% restante en impuestos ambientales. Entre estas, los sectores del transporte y almacenamiento (15,5% del total) y el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y agua, e industria manufacturera (12,8%) fueron los mayores contribuyentes.
En comparación, la agricultura, ganadería, selvicultura y pesca solo aportaron el 0,8% y las industrias extractivas el 1% del total.