“Hoy en día, en todo el mundo, 28 millones de personas están en manos de traficantes de seres humanos y de gobiernos que les obligan a trabajar por un salario escaso o nulo. Europa no puede promover sus valores mientras importa productos fabricados mediante trabajo forzoso. El hecho de que la UE cuente por fin con una ley que los prohÃbe del mercado europeo es uno de los mayores logros de este mandato y una victoria para las fuerzas progresistas”, declaró Maria-Manuel LEITÃO-MARQUES, coponente del texto. Junto con Samira RAFAELA, también coponente, destacaron varios puntos clave de la reforma.
Cuando haya sospechas de trabajo forzoso, se llevarán a cabo investigaciones. Sin embargo, los agentes encargados de llevarlas a cabo variarán en función de la zona geográfica en la que presuntamente se haya cometido el delito:
Una vez que un producto ha sido prohibido en el mercado europeo, se barajan varias opciones en función de su naturaleza, como la donación, el reciclaje o la eliminación.
Para los productos perecederos, la solución preferida será la destrucción. En cambio, los productos no perecederos pueden reciclarse, favoreciendo así la transición hacia una economía más ecológica.
Es esencial subrayar que las empresas que incumplan estas medidas podrán ser multadas. Sin embargo, estos productos pueden reintroducirse en el mercado si la empresa consigue eliminar el trabajo forzoso de sus cadenas de suministro. Incluso se ha especificado que la empresa podrá almacenar los productos hasta que cumplan la normativa.
Los coponentes destacaron que esta legislación es beneficiosa para todas las empresas, ya que es una herramienta para que las empresas europeas actúen de forma responsable, restableciendo así una competencia leal. Se ha prestado especial atención a las PYME.
Se han previsto medidas para facilitar a las PYME el acceso a toda la información pública y ayudarles a cumplir la ley:
Los Estados miembros dispondrán de 3 años para aplicar este texto una vez publicado en el Diario Oficial de la UE. Sin embargo, los coponentes subrayaron que este plazo es una oportunidad para que las empresas se preparen y reestructuren su cadena de suministro.