El pasado 6 de febrero, la Comisión Europea publicó una recomendación destinada a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en al menos un 90% de aquí a 2040 con respecto a los niveles de 1990. Esta reducción es necesaria para alcanzar el objetivo de neutralidad climática de la Unión Europea para 2050.
La UE y sus Estados miembros se han comprometido a hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro para 2050. La ley europea del clima establece un primer objetivo intermedio de reducción de las emisiones netas de GEI en al menos un 55% para 2030, y prevé que la Comisión proponga otro objetivo intermedio para 2040.
“La propuesta legislativa para el objetivo climático de 2040 será responsabilidad de la próxima Comisión, tras las elecciones europeas y los debates y el diálogo que tendrán lugar en los próximos meses”, señala la Comisión.
El Ejecutivo europeo subraya en particular: