Renfe redujo sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta 3,79 gramos de CO2 por unidad de transporte en 2024, lo que representó el mínimo histórico alcanzado por la compañía, con una reducción del 89% con respecto a 2005, según ha destacado en un comunicado, con motivo de la Semana Europea de la Movilidad.
Además, este valor del año pasado supera ampliamente el objetivo de reducción del 55% en comparación a 2005 que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) establece para 2030.
Actualmente, más del 90% de los kilómetros recorridos por los trenes de la firma pública se hace mediante trenes eléctricos bajo energía 100% renovable.
Para Renfe, la modernización de la flota y la sustitución progresiva del material diésel por trenes eléctricos ha sido uno de los factores determinantes para reducir el consumo energético, mientras que, los nuevos modelos, que se suman a los sistemas de conducción eficiente, permiten optimizar el consumo energético en cada trayecto.
Por otro lado, el operador ferroviario ha destacado que, gracias a la aplicación de estas técnicas por parte de los 5.200 maquinistas de Renfe, el consumo energético se ha reducido en un 30%, mientras que el uso del freno regenerativo permite recuperar y devolver a la red hasta un 40% de la energía en los servicios de Cercanías.
Por último, Renfe ha puesto en marcha diversas iniciativas para reducir el consumo energético y avanzar en sostenibilidad en las áreas de mantenimiento y mercancías, destacando la instalación de paneles fotovoltaicos en 14 bases de mantenimiento para autoconsumo eléctrico. En el ámbito de mercancías, ha incorporado 12 locomotoras eléctricas de gran potencia para operar en ancho ibérico.