OBRA DESTACADA
El Informe de la UNESCO sobre la Situación de los Océanos 2024, fruto de la colaboración de más de 100 científicos de casi 30 países, presenta nuevos y preocupantes datos sobre los peligros que amenazan a nuestros océanos. Esta evaluación mundial, realizada con el inestimable apoyo de Islandia, ofrece un análisis objetivo de los acuciantes desafíos a los que nos enfrentamos: desde el calentamiento de los océanos y la subida del nivel del mar hasta la contaminación, la acidificación, la desoxigenación, el papel crucial del carbono azul y la creciente amenaza que se cierne sobre la biodiversidad marina. En un contexto de crecientes presiones medioambientales, este informe pone de relieve la urgente necesidad de actuar para proteger nuestros valiosos ecosistemas marinos. Los datos y conclusiones presentados subrayan la necesidad de una acción concertada e inmediata para preservar la salud y vitalidad de nuestros océanos, vitales para el equilibrio de nuestro planeta.
El informe muestra que el ritmo de calentamiento de los océanos se ha duplicado desde el año 2000, alcanzando una media de +1,45°C en comparación con los niveles preindustriales. Algunas zonas, como el mar Mediterráneo, el océano Atlántico tropical y el océano Antártico, también han registrado mediciones muy superiores a 2ºC. Como recordatorio, el Acuerdo de París tenía como objetivo mantener el calentamiento global por debajo de los 2 °C en comparación con los niveles preindustriales. El calentamiento global tiene un impacto directo en el aumento del nivel del mar en todo el mundo, y es responsable del 40% de este aumento. Como consecuencia, el nivel del mar es 9 cm más alto que en la década de 1990, lo que provoca daños considerables en muchas ciudades costeras.
El calentamiento de los océanos, combinado con la contaminación, ha provocado una drástica pérdida del 2% del oxígeno marino, lo que ha dado lugar a un aumento de la hipoxia y a la formación de zonas más extensas con bajo contenido de oxígeno.
Para combatir esta pérdida de oxígeno, y por tanto de biodiversidad, el informe recomienda la creación de zonas marinas protegidas, que ofrecen refugio a más del 70% de las especies de la lista roja de la UICN.
Otro refugio contra el calentamiento global, la acidificación y la pérdida de oxígeno en los océanos lo ofrecen los ecosistemas costeros de carbono azul (manglares, praderas marinas y marismas de marea). Se trata de importantes reservas de carbono infraexplotadas por las políticas de protección de los ecosistemas marinos.
Se prevé que en los próximos 25 años habrá 2.000 millones de personas más, lo que aumentará la presión sobre el suministro de alimentos en tierra y en el mar. Los recursos acuáticos están demostrando ser una importante fuente de alimentos, con 182 millones de toneladas de animales acuáticos y otros 36 millones de toneladas de algas utilizadas para la producción de alimentos. La pesca y la acuicultura siguen creciendo, alcanzando un máximo histórico de 218 millones de toneladas en 2021. Es esencial conocer a fondo y apreciar plenamente el papel de los productos acuáticos si queremos aprovechar su capacidad única para hacer frente a los retos nutricionales, sociales y medioambientales de los sistemas alimentarios del futuro. El océano, con su potencial productivo, está demostrando ser un elemento clave para apoyar un suministro sostenible de alimentos y construir una economía oceánica perenne, satisfaciendo así las crecientes necesidades de una población en constante expansión.
En un océano inspirador y cautivador, la sociedad está tomando conciencia de la importancia del océano para el bienestar humano y el desarrollo sostenible. Ocean Literacy, un apasionante movimiento mundial para aumentar el conocimiento y la comprensión del papel crucial del océano, está movilizando a cientos de partes interesadas en 2023. Se hace hincapié en una mayor participación del hemisferio sur, mientras que más del 70% de las iniciativas de alfabetización oceánica se concentran en el hemisferio norte. Ahora se reconoce que el océano desempeña un papel vital en la protección de la vida presente y futura, un tema que ya no concierne únicamente a los oceanógrafos. Los interlocutores no académicos participan cada vez más en la ciencia y la observación de los océanos.
El ambicioso objetivo es equipar a la flota mundial, incluidos los portacontenedores, los pesqueros y las embarcaciones de recreo, con sensores oceánicos para aumentar significativamente las observaciones del océano. Es crucial recordar que los pueblos indígenas llevan siglos observando, utilizando y preservando el océano y sus recursos. Sus conocimientos ancestrales sobre la preservación del equilibrio entre la naturaleza y la humanidad constituyen un recurso fundamental para investigadores y responsables políticos. Es necesario un mayor esfuerzo para implicar más a los pueblos indígenas en las políticas y la planificación marítimas a fin de garantizar “el océano que necesitamos para el futuro que queremos”.
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