En el Día Mundial del Medio Ambiente, los sectores de transporte ferroviario y de autobús han destacado la importancia de los servicios de transporte público para contribuir a este objetivo.
Renfe ha señalado que redujo su huella de carbono por unidad transportada en un 89% entre 1990 y 2022, lo que supone un registro hasta 20 y 30 veces más bajo que las emisiones de transporte aéreo y por carretera.
Esto supone el ahorro anual de 5,7 millones de toneladas de CO2 y 1,1 millones de toneladas equivalentes de petróleo. Con el objetivo de llegar a cero emisiones de carbono en 2050, Renfe está trabajando para conseguirlo.
La Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebús) ha destacado que el empleo del autobús es una forma de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, el óxido de nitrógeno y las partículas en suspensión, ya que transporta a un mayor número de personas, disminuyendo, de este modo, el número de coches en las carreteras, mejorando la fluidez del tráfico y disminuyendo el tiempo de viaje y el estrés derivado de los atascos.