A pesar de que los contaminantes atmosféricos han mejorado en los últimos 20 años en España, el informe publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico muestra que el país sigue superando el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el ozono.
El Informe de Tendencias de la Calidad del Aire en España indica que la contaminación atmosférica sigue siendo un problema de gran relevancia a nivel global.
El ozono, un contaminante secundario, se origina a partir de reacciones químicas complejas de óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles (COVs) y otras emisiones antropogénicas y biogénicas. Su formación se ve acelerada por la exposición a la luz solar, aumentando los niveles en el hemisferio sur durante los meses de primavera y verano.
Además, la elevada presencia de ozono troposférico en el medio ambiente se asocia con una mayor mortalidad (general y por causas cardiovasculares y respiratorias), el bajo peso al nacer y la demencia.
Solamente en 2020, el ozono provocó más de 100.000 muertes prematuras en la Unión Europea, 2.400 de las cuales ocurrieron en España, según la Agencia Europea del Medioambiente. De hecho, España, Italia, Alemania, Francia y Turquía son los países con mayor número de muertes prematuras atribuibles al ozono.
En el nuevo informe anual del Ministerio para la Transición Ecológica y el informe de Evaluación de la Calidad del Aire en España de 2021, se menciona que el contaminante se encuentra en niveles elevados, principalmente debido al alto índice de insolación y a los niveles de emisión de sus precursores. A pesar de ello, se ha registrado una disminución del número de zonas que superan tanto el valor objetivo para la protección de la salud (que pasó de 28 en el 2020 a 18 en 2021) como el valor objetivo para la protección de la vegetación (que pasó de 45 en el 2020 a 37 en 2021), siguiendo la tendencia de descenso ya apuntada en el año anterior.
No obstante, en septiembre de 2021, la OMS publicó directrices mundiales con una “reducción sustancial” de los valores guía vigentes desde 2005 para la protección de la salud humana para PM2,5, PM10, O3, NO2, SO2, y CO. Esta rebaja se hizo luego de la demostración científica de que los valores anteriores no eran lo suficientemente estrictos para proteger la salud de las personas.
De acuerdo con el Ministerio para la Transición Ecológica, esta nueva norma establece un valor de 60 microgramos por metro cúbico, el cual se supera en toda España.
En los últimos 20 años, los valores medios de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, partículas inferiores a 10 micras y partículas inferiores a 2,5 micras han disminuido en España, y los niveles de monóxido de carbono, benceno, benzo(a)pireno y los metales plomo, arsénico, cadmio y níquel se mantienen bajos y por debajo de los límites legales. En el caso del ozono, los niveles se han incrementado en áreas urbanas, pero decrecido en zonas rurales y de fondo.
Estas tendencias han motivado al Ministerio a publicar el documento ‘Bases científicas para un Plan Nacional de Ozono 2022‘, que establece directrices para crear un Plan Nacional de Ozono.
El Ministerio ha encargado a científicos e investigadores un estudio para desarrollar la compleja formación de ozono (O3).
Liderado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) junto con la colaboración del Barcelona Supercomputing Center (BSC), Centro Nacional de Supercomputación; Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM); Universidad del País Vasco (UPV); Instituto de Tecnología Cerámica (ITC); Universidad de Zaragoza, Universidad de Huelva y Universidad de Aveiro, se llevó a cabo un trabajo pionero en Europa que abarca el estudio de tendencias de concentraciones de ozono y contaminantes relacionados en el período 2008-2020, así como la identificación de especies de compuestos orgánicos volátiles con altas contribuciones al potencial máximo de formación de ozono, y la reducción de emisiones.
Se realizaron además campañas de mediciones aerotransportadas y en superficie de parámetros clave en el desarrollo de episodios de contaminación de ozono. Del mismo modo se propuso una mejora de herramientas de modelización de ozono y una integración de resultados relativos a la fenomenología de la contaminación de ozono en diferentes cuencas. Se incluyó también una configuración del sistema de modelización, un estudio de sensibilidad a resolución numérica, condiciones meteorológicas, emisiones antropogénicas; una evaluación de los resultados del modelo con observaciones de las comunidades autónomas y un análisis de contribución de fuentes a los niveles de ozono.
Finalmente se realizó un cálculo de la contribución de ozono procedente de países europeos y del norte de África a las cuencas de interés, así como una cuantificación del impacto del confinamiento por la COVID-19 en las emisiones antropogénicas y niveles de ozono, a nivel nacional mediante modelización y distintos escenarios.