En el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los miembros de la COP29, que incluye a 197 países y a la Unión Europea (UE), han llegado a un acuerdo para implementar “normas rigurosas para un mercado global de carbono“, según ha comunicado Yalchin Rafiyev, negociador principal de la Cumbre del Clima, y Simon Stiell, secretario ejecutivo de Cambio Climático de la ONU.
Rafiyev subrayó el potencial transformador de esta herramienta, previendo que “cambiará las reglas del juego al redirigir recursos hacia el mundo en desarrollo y nos permitirá ahorrar hasta 250.000 millones de dólares anuales en la ejecución de nuestros planes climáticos”.
Stiell, por su parte, destacó que estos mercados de carbono facilitarán la implementación de los planes climáticos de los países de una “manera más rápida y económica, reduciendo las emisiones”. A pesar de estar lejos de alcanzar la meta de reducir las emisiones a la mitad en esta década, Stiell se mostró optimista sobre el impacto de los acuerdos alcanzados en la COP29 en los mercados de carbono para reequilibrar la situación.
Los mencionados ‘mercados de carbono’ están incorporados en el Artículo 6 del Acuerdo de París. Este permite la colaboración voluntaria entre los países para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones establecidos en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, reflejando sus compromisos y estrategias de adaptación al cambio climático.
El apartado 4 de este mismo Artículo establece la creación de “un mecanismo para contribuir a la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y apoyar el desarrollo sostenible”.