El informe publicado este martes por el Banco Central Europeo (BCE) advierte que la banca europea se enfrenta a riesgos financieros, legales y de reputación debido a su “desalineación” con la transición hacia una economía más sostenible.
Según el análisis de 95 entidades que representan alrededor del 75% de los préstamos en la zona euro, la mayoría de los bancos tienen carteras de crédito que no están alineadas con los objetivos del Acuerdo de París, lo que aumenta los riesgos de transición para el 90% de ellos.
El estudio del BCE muestra que estos riesgos provienen principalmente de la exposición a empresas del sector energético que no están avanzando en la descarbonización y en la producción de energía renovable. Aproximadamente el 5% del crédito otorgado a empresas no financieras se destina a sectores en transición, como petróleo y gas, minería del carbón, generación de energía, automoción, acero y cemento. Sin embargo, si se utilizan en su totalidad, las exposiciones a estas contrapartes pueden aumentar en más del 50%.
El informe también destaca la importancia de que los bancos se alineen con el Acuerdo de París en términos de financiación de la infraestructura productiva en la eurozona. El BCE enfatiza que no es su responsabilidad decir a los bancos a quién deben prestar o no, pero seguirá instando a que gestionen activamente los riesgos a medida que la economía se descarbonice.
Además, el informe señala que el 70% de los bancos examinados podrían enfrentar riesgos legales debido a la discrepancia entre sus compromisos públicos con el Acuerdo de París y sus carteras de crédito desalineadas. Por lo tanto, es crucial que estos bancos trabajen con sus contrapartes para garantizar que las empresas financiadas no obstaculicen su compromiso con las emisiones netas cero.
El miembro del Comité Ejecutivo del BCE y vicepresidente del Consejo de Supervisión, Frank Elderson, concluye que la desalineación con la transición climática puede generar importantes riesgos financieros, legales y de reputación para los bancos. Por lo tanto, es fundamental que los bancos identifiquen, midan y gestionen estos riesgos de manera efectiva, al igual que lo hacen con cualquier otro riesgo importante.