«Las acusaciones de greenwashing son más frecuentes entre las grandes empresas con una elevada puntuación ESG», concluyen los investigadores*. Observan «más casos de greenwashing en las carteras con alta [divulgación], en particular a medida que aumenta el tamaño de la empresa, es decir, estas empresas pueden ser más propensas a exagerar sus prácticas sostenibles». Y como era de esperar, el número de casos de empresas acusadas de greenwashing va en aumento.
Pero no todo está perdido. Los investigadores también analizan que «los resultados medioambientales reales, es decir, la eficiencia y el impacto ecológicos reales de una empresa basados en resultados cuantificables, se correlacionan negativamente con las puntuaciones ESG». En otras palabras, «las puntuaciones ESG miden principalmente el rendimiento medioambiental aparente y no el real» de las empresas. ¿Por qué? Porque «los proveedores de datos ESG se basan generalmente en la información disponible públicamente, como los documentos presentados ante la SEC y los informes extrafinancieros elaborados por las empresas, para establecer sus calificaciones. Sin embargo, la información contenida en estos informes a menudo no está verificada y puede ser poco fiable. Los objetivos a largo plazo, como los de reducción de emisiones, pueden resultar especialmente difíciles de justificar para las empresas, lo que abre la puerta al «greenwashing».
Esta tendencia está llamada a cambiar significativamente con la aplicación de la directiva CSRD y la publicación de los primeros informes de sostenibilidad elaborados conforme a las normas europeas, sujetos a la auditoría de un profesional acreditado.
Los investigadores recuerdan las previsiones de Bloomberg, según las cuales «el mercado de inversiones ESG habrá alcanzado billones de euros en 2022 y debería cubrir alrededor del 25% (billones) de todas las inversiones mundiales en 2040».
*[Su análisis se basó en una recopilación manual de casos de greenwashing por parte de empresas cuyas acciones forman parte del STOXX Europe 600 de 2015 a 2023. Estos casos se compararon con las puntuaciones ESG de los proveedores de datos LSEG (antes Refinitiv) y Bloomberg]