¿Se tiene en cuenta la salud y seguridad en el trabajo en las cadenas de suministro?

Autor: Lefebvre ¿Se tiene en cuenta la salud y seguridad en el trabajo en las cadenas de suministro?

Recientemente se ha publicado un informe de Eu-Osha, la Agencia Europea de Información sobre Salud y Seguridad en el Trabajo, sobre “Seguimiento y mejora de la salud y seguridad en el trabajo en las cadenas de suministro mediante marcos de evaluación de la RSE”. En él se hace balance de cómo se tienen en cuenta los criterios de salud y seguridad en el trabajo (SST) en las evaluaciones de RSE de las cadenas de suministro. Dicho de otro modo, este documento de debate pretende responder a la pregunta de cómo pueden evaluarse y mejorarse los resultados en materia de salud y seguridad en el trabajo dentro de las cadenas de suministro, como parte de las evaluaciones generales de RSE.

Cadenas de suministro: un reto

La Eu-Osha señala que las organizaciones actuales forman parte de complejas cadenas de suministro en las que intervienen multitud de partes interesadas (por ejemplo, proveedores, distribuidores, clientes, etc.). Por ello, cualquier proceso de evaluación de los resultados de una organización en materia de desarrollo sostenible debe ir mucho más allá de los límites de la empresa.

Llevar a cabo estas evaluaciones es a menudo un reto, sobre todo cuando se trata de recopilar información y supervisar las clasificaciones N-1, -2, etc. de las cadenas de proveedores. La agencia señala que actualmente se están llevando a cabo varios proyectos para aunar los conceptos de RSE y gestión de la cadena de suministro (lo que se conoce como “gestión sostenible de la cadena de suministro” o GCS).

Contexto actual e influencia en la SST en las cadenas de suministro

El informe examina los principales factores normativos, socioeconómicos y tecnológicos que influyen en las cuestiones de SST y sus implicaciones para las cadenas de suministro.

Por lo que respecta a la normativa, la agencia reconoce que “los marcos, procesos y mecanismos reguladores han tenido una enorme repercusión en la mejora de los resultados y prácticas en materia de SST”. Sin embargo, en lo que respecta a la legislación, considera que “las leyes sobre el deber de diligencia en la cadena de suministro y los sistemas nacionales de SST deben complementarse entre sí para reforzar mutuamente sus beneficios en materia de SST y crear un entorno propicio para la mejora de la SST”. Más concretamente, los marcos normativos nacionales deben ampliarse para proporcionar una cobertura más específica de los riesgos existentes y emergentes (por ejemplo, los riesgos psicosociales) y centrarse en la inclusión de enfoques de prevención y promoción, mientras que las leyes sobre el deber de diligencia en la cadena de suministro, como la Directiva europea sobre el deber de diligencia, deben centrarse más en el seguimiento y la notificación de indicadores específicos de SST para aumentar la transparencia y la comparabilidad”.

En términos socioeconómicos, la Eu-Osha echa la vista atrás a la crisis financiera de 2008 -de la que ahora tenemos cierta retrospectiva- y confirma que esta experiencia demostró que “la presión sobre los precios puede extenderse a las cadenas de suministro y provocar la pérdida de profesionales de la SST, un descenso en la aplicación de medidas de SST y un empeoramiento de las condiciones de SST en general”.

En términos técnicos, como suele ocurrir, existen tanto oportunidades como riesgos. Por ejemplo, gracias al uso de la robótica, pueden evitarse muchas tareas repetitivas o peligrosas, pero la adopción de estas tecnologías presenta inconvenientes, como posibles repercusiones negativas en la salud mental de los trabajadores debido, por ejemplo, a las tecnologías de vigilancia.

Eu-Osha también ofrece una evaluación de las herramientas y métodos de control de la SST en las cadenas de suministro, desde recomendaciones internacionales hasta auditorías de terceros, códigos de conducta y cuestionarios para proveedores.

No hay RSE sin SST

La Eu-Osha recuerda los vínculos entre RSE y SST.  Cita uno de sus informes de 2004 y escribe que “la integración de las prácticas de SST afecta a las tres dimensiones de la RSE -medio ambiente, sociedad, gobernanza- y constituye un elemento central de cualquier estrategia de desarrollo sostenible transformadora y holística, en la medida en que los empleados constituyen el principal grupo de interés interno de cualquier organización”.

La agencia también retoma la noción de “transición justa”, que la OIT define como el proceso de “ecologizar la economía de una manera que sea lo más justa e inclusiva posible, para todos los interesados, creando oportunidades de trabajo decente y sin dejar a nadie atrás”.

En otras palabras, la transición ecológica y digital en Europa, al tiempo que aborda los retos medioambientales, sociales, tecnológicos y económicos, debe basarse en la equidad y el bienestar social. Por lo tanto, tener en cuenta la SST desempeña un papel esencial en este objetivo de lograr una transición sostenible: “Sólo promoviendo la SST y el bienestar de los trabajadores podrán las organizaciones fomentar la resiliencia y reforzar su propia capacidad para adaptarse a la evolución futura”.

Recomendaciones

La Eu-Osha formula recomendaciones a los distintos agentes implicados en la prevención, en particular a los responsables políticos y a las empresas compradoras.

En el plano político, la agencia aboga por el equilibrio y la complementariedad entre los distintos enfoques normativos de hard law/soft law, y también entre las normativas que abordan cuestiones económicas, de salud pública, de salud laboral o de ESG. También le gustaría ver una alineación global de los requisitos normativos que no solo protegiera a los trabajadores de todo el mundo, sino que también promoviera la competencia leal entre empresas a escala mundial.

En cuanto al sector privado, la agencia considera que la relación entre una empresa y sus proveedores debe ir más allá del carácter transaccional de la relación. En la práctica, se anima a las empresas compradoras a adoptar medidas proactivas, como programas de sensibilización y formación en salud y seguridad en el trabajo para los proveedores. El mensaje que debe enviarse es que la salud y la seguridad no son meras casillas que hay que marcar, sino valores fundamentales que deben adoptarse en el trabajo diario.

La Eu-Osha concluye su análisis con este recordatorio: “El futuro de la ESG está estrechamente ligado a la OHS”.  Las empresas, los responsables políticos y todas las partes interesadas tienen la responsabilidad colectiva de defender esta causa y garantizar un futuro verdaderamente sostenible, ético y equitativo.

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