Este martes, el Parlamento Europeo y el Consejo llegaron a un acuerdo para implementar el primer marco de certificación de absorción de carbono en la Unión Europea. El objetivo es contribuir a lograr la neutralidad climática en la UE para el año 2050.
El acuerdo, el cual aún debe ser aprobado formalmente por ambas instituciones, establece un marco voluntario para facilitar y acelerar la implementación de actividades de alta calidad de eliminación de carbono y reducción de emisiones del suelo en la UE.
Una vez en vigor, el reglamento será el primer paso hacia la creación de un marco completo de eliminación de carbono y reducción de emisiones del suelo en la legislación de la UE, y contribuirá al ambicioso objetivo de alcanzar la neutralidad climática para 2050, como se establece en la ley climática europea.
El acuerdo amplía la regulación a la reducción de emisiones del suelo y mantiene una definición abierta de remoción de carbono, en línea con la utilizada por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC). También distingue entre actividades de eliminación de carbono y reducción de emisiones según su duración, incluyendo la eliminación permanente de carbono – almacenamiento a largo plazo de carbono atmosférico o biogénico durante varios siglos – y el almacenamiento temporal de carbono en productos duraderos – como la construcción a base de madera – durante al menos 35 años, con monitoreo en el sitio durante todo el período.
Se incluye también el almacenamiento temporal de carbono proveniente de la agricultura, como la restauración de bosques y suelos, la gestión de humedales y praderas marinas, y la reducción de emisiones del suelo derivadas del manejo del suelo y óxido nitroso. Estas dos últimas actividades deben durar al menos cinco años para ser certificadas y no deben involucrar la adquisición de tierras con fines especulativos que afecten a las comunidades rurales.
En 2026, la Comisión presentará un informe sobre la viabilidad de certificar actividades que resulten en la reducción de emisiones distintas de las relacionadas con los suelos (carbono y óxido nitroso), basado en una metodología piloto de certificación para actividades que reducen las emisiones agrícolas de la fermentación entérica y el manejo del estiércol.
Las actividades que no resulten en la eliminación de carbono o la reducción de emisiones del suelo, como la deforestación evitada o los proyectos de energía renovable, no estarán incluidos en el alcance del reglamento.
Los colegisladores también han acordado excluir la recuperación mejorada de hidrocarburos de las actividades permanentes de eliminación de carbono y aclarar explícitamente que las actividades y operadores en entornos marinos estarán incluidos en el ámbito de aplicación del reglamento.
Estas nuevas normas se aplicarán a actividades en la UE, pero la Comisión deberá considerar la posibilidad de permitir el almacenamiento geológico de carbono en países vecinos que cumplan con los estándares medioambientales y de seguridad de la UE al revisar el reglamento.
El acuerdo provisional mantiene el requisito de que las actividades de eliminación de carbono cumplan cuatro criterios generales para ser certificadas: cuantificación, adicionalidad, almacenamiento a largo plazo y sostenibilidad. Sobre la base de estos criterios, la Comisión, con la ayuda de un grupo de expertos, desarrollará metodologías de certificación adaptadas a diferentes tipos de actividades de eliminación de carbono, para garantizar una implementación correcta, armonizada y rentable de los criterios de eliminación de carbono.
Los legisladores también han acordado mantener los elementos clave del proceso de certificación en dos pasos y han mantenido el carácter voluntario de la certificación.
Además, en cuanto a la sostenibilidad del cultivo de carbono, se han agregado indicaciones sobre cómo deben entenderse los objetivos de sostenibilidad, y se exige que una actividad de cultivo de carbono siempre genere al menos un beneficio colateral para la biodiversidad, incluyendo la salud del suelo y la prevención de la degradación de la tierra.
Para garantizar la transparencia del sistema y evitar el riesgo de fraude y doble contabilización de las absorciones de carbono, la Comisión creará un registro público de la UE para las absorciones de carbono y las reducciones de emisiones del suelo, a más tardar cuatro años después de la entrada en vigor del reglamento.