Un acto legislativo sobre el seguimiento de los suelos situará a la UE en la senda hacia unos suelos sanos de aquí a 2050, recopilando datos sobre la salud de los suelos y poniéndolos a disposición de los agricultores y otros gestores del suelo. Esta acto también hace de la gestión sostenible del suelo la norma y aborda situaciones de riesgos inaceptables para la salud humana o el medio ambiente debido a la contaminación del suelo.
Las propuestas que presentamos hoy también impulsarán la innovación y la sostenibilidad, al favorecer una utilización segura del progreso técnico en materia de nuevas técnicas genómicas, lo que permite desarrollar cultivos resilientes al clima y reducir el uso de plaguicidas químicos, y al garantizar unas semillas y materiales reproductivos para plantas y bosques más sostenibles, de alta calidad y diversos. Por último, las nuevas medidas también proponen reducir el desperdicio de alimentos y los residuos textiles, lo que contribuirá a un uso más eficiente de los recursos naturales y a una mayor reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de estos sectores.
Estas medidas aportarán beneficios económicos, sociales, sanitarios y medioambientales a largo plazo para todos. Al garantizar unos activos naturales más resilientes, las nuevas normas prestan apoyo, en particular, a las personas que viven directamente de la tierra y la naturaleza. Contribuirán a la prosperidad de las zonas rurales, a la seguridad alimentaria, a una bioeconomía resiliente y próspera, situarán a la UE a la vanguardia de la innovación y el desarrollo, y ayudarán a invertir la pérdida de biodiversidad y a la preparación ante las consecuencias del cambio climático.
Entre el 60 y el 70 % de los suelos de la UE se encuentran actualmente en mal estado. Además, cada año la erosión destruye alrededor de 1 000 millones de toneladas de suelo, lo que significa que la capa superior fértil restante está desapareciendo rápidamente. Los costes asociados a la degradación del suelo se estiman en más de 50 000 millones de euros al año.
La propuesta del primer acto legislativo de la UE sobre los suelos proporciona una definición armonizada de la salud del suelo, establece un marco de seguimiento global y coherente y fomenta la gestión sostenible del suelo y el saneamiento de los terrenos contaminados. La propuesta recoge varias fuentes de datos sobre el suelo bajo un mismo techo, combinando los datos de muestreo del suelo de la encuesta marco sobre los usos y las cubiertas del suelo de la UE (LUCAS) con datos de satélite de Copernicus y datos nacionales y privados. El objetivo último es lograr unos suelos de la UE sanos de aquí a 2050, en consonancia con la ambición de una contaminación cero de la UE.
Los datos sobre el suelo apoyarán la innovación y las soluciones tecnológicas y organizativas, especialmente en las prácticas agrícolas. Ayudarán a los agricultores y otros propietarios de tierras a aplicar los métodos de tratamiento más adecuados y a aumentar la fertilidad y el rendimiento del suelo, minimizando al mismo tiempo el consumo de agua y nutrientes. Además, estos datos mejorarán nuestra comprensión de las tendencias de las sequías, la retención de agua y la erosión, lo que reforzará la prevención y gestión de catástrofes. Contar con unos suelos sanos y con mejores datos puede ofrecer oportunidades de ingresos adicionales a los agricultores y gestores de tierras, que pueden ser recompensados por la agricultura de captura de carbono, recibir pagos por servicios ecosistémicos o aumentar el valor de los suelos sanos y los alimentos cultivados en ellos. La propuesta no impone ninguna obligación directa a los propietarios y gestores de tierras, incluidos los agricultores.
Los Estados miembros definirán prácticas positivas y negativas para la gestión del suelo. Además, definirán medidas de regeneración para devolver los suelos degradados a un estado saludable, sobre la base de evaluaciones nacionales de la salud del suelo. Estas evaluaciones también servirán de base para otras políticas de la UE, como el UTCUTS, la PAC y la gestión del agua.
La propuesta también pide a los Estados miembros que aborden los riesgos inaceptables para la salud humana y el medio ambiente debidos a la contaminación del suelo, guiados por el principio de que quien contamina paga. Los Estados miembros tendrán que localizar, investigar, evaluar y sanear los terrenos contaminados.
Los agricultores y ganaderos necesitan acceder a innovaciones punteras. Las nuevas tecnologías pueden contribuir a aumentar la resiliencia tanto de la agricultura como de las tierras forestales y proteger las cosechas de los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación del medio ambiente. Las nuevas técnicas genómicas (NTG) son herramientas innovadoras que ayudan a aumentar la sostenibilidad y la resiliencia de nuestro sistema alimentario. Permiten desarrollar variedades vegetales mejoradas que son resilientes al clima y a las plagas, que requieren menos fertilizantes y plaguicidas y que pueden garantizar un mayor rendimiento, ayudando a reducir a la mitad el uso y el riesgo de los plaguicidas químicos y disminuyendo la dependencia de la UE de las importaciones agrícolas.
En la mayoría de los casos, estas nuevas técnicas dan lugar a cambios más específicos, precisos y más rápidos que las técnicas convencionales, al tiempo que se obtiene un cultivo que es igual al que podría haberse logrado con técnicas clásicas, como la selección y el cruce de semillas.
Materiales de reproducción vegetal y forestal más sostenibles y diversos
El sector europeo de las semillas es el mayor exportador del mercado mundial de semillas (representa el 20 % del mercado mundial, con un valor estimado de entre 7 000 y 10 000 millones de euros y con 7 000 empresas, en su mayoría pymes). Es importante que la legislación esté a la altura de la evolución de la ciencia. Esta propuesta actualizará y simplificará las normas actuales, algunas de las cuales se remontan a más de cincuenta años atrás.
La propuesta de Reglamento sobre la producción y comercialización de materiales de reproducción vegetal y forestal aumentará la diversidad y la calidad de las semillas, esquejes y otros materiales de reproducción vegetal. Así, se garantizarán unos rendimientos estables gracias a variedades vegetales preparadas para el futuro a través de la realización de pruebas de sostenibilidad (por ejemplo, la resistencia a las enfermedades). Las semillas también se adaptarán mejor a las presiones del cambio climático, ayudarán a preservar la diversidad genética de los cultivos y contribuirán a garantizar la seguridad alimentaria. La propuesta reducirá la burocracia y aumentará la eficiencia y la eficacia de los sistemas de registro y certificación.
En el caso de los materiales de reproducción forestal, contribuiremos a que se plante el árbol adecuado en el lugar adecuado para que los bosques se adapten mejor al cambio climático. La mejora genética de los árboles permite acelerar la adaptación de los bosques al cambio climático, garantizando así su productividad continua en el futuro.
Cada año se desperdician en la UE cerca de 59 millones de toneladas de alimentos (131 kg/habitante), con un valor de mercado estimado de 132 000 millones de euros. Más de la mitad de los residuos alimentarios (53 %) son generados por los hogares, seguidos por el sector de la transformación y la fabricación (20 %). La lucha contra el desperdicio de alimentos ofrece un triple beneficio: ahorra alimentos para el consumo humano, contribuyendo así a la seguridad alimentaria, ayuda a las empresas y a los consumidores a ahorrar dinero, y reduce el impacto medioambiental de la producción y el consumo de alimentos.
Para acelerar el progreso de la UE, la Comisión propone que, de aquí a 2030, los Estados miembros reduzcan el desperdicio de alimentos en un 10 % en la transformación y la fabricación y en un 30 % (per cápita) conjuntamente en el comercio minorista y el consumo (restaurantes, servicios de restauración y hogares).
Los residuos textiles también suponen una carga para unos recursos naturales limitados. Alrededor del 78 % de los residuos textiles no son recogidos de forma separada por los consumidores y acaban mezclados con los residuos domésticos, destinados a ser incinerados o depositados en vertederos. Puede encontrar más información sobre la propuesta de hoy en un comunicado de prensa específico.