Banco Santander ha comenzado a donar sus 130 primeros bancos hechos con tarjetas bancarias recicladas. Esta iniciativa forma parte de su compromiso con la economía circular y la reducción de sus impactos ambientales.
Valencia, Málaga y Santander han sido las primeras ciudades en recibir parte de este equipamiento.
El proceso de reciclaje comienza cuando el cliente entrega su tarjeta en un cajero, luego recibe un mensaje confirmando su reciclaje, y continúa con el proceso completo de reutilización de tarjetas caducadas para transformarlas en material primario y así fabricar el mobiliario urbano.
El objetivo de la entidad es que, para 2025, todas sus tarjetas sean fabricadas con materiales sostenibles en todos los países en los que opera.
Esto permitirá ahorrar 22 toneladas de plástico de un solo uso y 360 toneladas de CO2 equivalente para 2023.