Tras un giro de 180 grados a finales de febrero, el Consejo Europeo (en Coreper) aprobó finalmente, el 15 de marzo de 2024, un texto de compromiso relativo a la propuesta de directiva sobre responsabilidad social de las empresas (RSE3D), presentada por la Presidencia belga. Esta directiva representa un importante punto de inflexión para las empresas de la Unión Europea. He aquí un resumen de los principales cambios introducidos por esta nueva versión del texto.
Los ajustes introducidos por el acuerdo incluyen
Se han revisado los umbrales de aplicación de la directiva: ahora la directiva se dirigirá a las empresas con más de 1.000 empleados (de media) y un volumen de negocios mundial superior a 450 millones de euros (sobre una base consolidada o no consolidada).
Se aplicarán periodos de aplicación escalonados en función del tamaño de la empresa:
Además de las sanciones previstas inicialmente, se han añadido medidas contra la elusión, en particular disposiciones relativas a los grupos de empresas. Las empresas que no cumplan las disposiciones del CS3D pueden ser objeto de multas económicas (correspondientes a un máximo del 5% de las ventas netas mundiales) y de medidas correctoras por parte de las autoridades competentes.
A pesar de la reducción del ámbito de aplicación y de los plazos, es crucial que las empresas afectadas no esperen para evaluar el impacto potencial y elaborar planes de acción vinculados a su deber europeo de diligencia.
Una vez aprobado el compromiso por el pleno del Parlamento Europeo a finales de abril, la directiva será adoptada formalmente por el Consejo. Tras su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, entrará en vigor 20 días después. Los Estados miembros dispondrán entonces de 2 años para transponer la directiva.