Este lunes, los miembros de la Unión Europea han aprobado un acuerdo, alcanzado en enero, que busca estandarizar las normas de etiquetado de fertilizantes. Esta decisión marca la culminación del proceso para la implementación de una reforma que pretende no sólo simplificar y clarificar las etiquetas, sino también introducir el uso de formatos digitales en el sector.
La nueva normativa promueve el uso opcional de etiquetas digitales con el fin de “minimizar costes, burocracia y el impacto ambiental” de los productores, según un comunicado del Consejo. También se estipula que cualquier código QR o de barras utilizado como etiqueta digital debe tener una vida útil mínima de 10 años desde la fecha de venta del fertilizante.
Además, se contempla el uso de etiquetas digitales para productos vendidos a granel, siempre y cuando la información necesaria también se muestre en un formato físico visible en el punto de venta.
La reforma asegura la disponibilidad de información a través de medios físicos para proteger a los consumidores, especialmente a aquellos con habilidades digitales limitadas. De esta manera, los fabricantes e importadores tienen la opción de proporcionar la información del etiquetado en formato físico, digital o una combinación de ambos. Las opciones varían dependiendo de si los fertilizantes están destinados a operadores económicos o usuarios finales, y si se suministran con o sin embalaje.
Para garantizar un alto grado de protección de la salud humana, animal, vegetal y del medio ambiente, la información más relevante, como la eficiencia agronómica, el uso del producto y su seguridad, deberá proporcionarse tanto en formato digital como físico cuando el producto fertilizante esté destinado a los usuarios finales.
Además, se ofrecerá orientación y programas de formación a las pequeñas y medianas empresas para ayudarlas a desarrollar las habilidades necesarias para cumplir con las normas.
La Comisión Europea tendrá la facultad de actualizar los requisitos generales de las etiquetas digitales mediante actos delegados.
El Consejo destaca en su comunicado que las soluciones digitales disminuyen significativamente el coste del etiquetado y facilitan la actualización de su contenido. Además, señala que la cantidad y calidad de la información almacenada en formato digital supera a la de una etiqueta física, cuya legibilidad puede ser difícil, especialmente en envases pequeños.