La directiva CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) es una normativa propuesta por la Comisión Europea que busca mejorar el reporte de sostenibilidad por parte de las empresas. Esta iniciativa pretende mejorar la transparencia de las empresas en cuanto a su impacto social y ambiental.
La directiva CSRD propone que todas las empresas de cierto tamaño (en su mayoría, las de gran capitalización) publiquen informes anuales de sostenibilidad que detallarán su impacto en áreas como el clima, los derechos humanos y la gobernanza. Esto permitirá a los inversores y al público tomar decisiones más informadas sobre con quién hacer negocios.
Esta directiva modifica la Directiva NFRD sobre divulgación de información no financiera con el fin de promover mayor transparencia y comparabilidad de la información relacionada al desempeño ambiental, social y de gobernanza (ESG) de las empresas.
La CSRD es parte de un esfuerzo más amplio de la Unión Europea para liderar en cuestiones de sostenibilidad y transparencia corporativa. Se espera que la directiva impulse cambios en la forma en que las empresas operan, alentándolas a ser más sostenibles y responsables.
La CSRD ha entrado en vigor el 5 de enero de 2023.
A partir de 2024 se prevé que las primeras declaraciones se publiquen, siguiendo estas etapas:
1 de enero de 2024
Compañías con +500 empleados sujetas a la NFRD, que deberán presentar sus informes en 2025.
1 de enero de 2025
Grandes empresas que no estén actualmente sujetas a la directiva de información no financiera con más de 250 empleados y/o 40 millones de euros de facturación y/o 20 millones de euros de activos totales, que deberán presentar sus informes en 2026.
1 de enero de 2026
Entidades de crédito pequeñas y no complejas, aseguradoras cautivas y pymes cotizadas. Para estas últimas habrá una opción de “exclusión voluntaria” hasta 2028.
La Directiva es de obligado cumplimiento para unas 50.000 empresas de la UE:
– Empresas que cotizan en los mercados regulados (exceptuando las microempresas).
– Grandes empresas europeas y aquellas filiales de empresas no pertenecientes a la UE que operen en su territorio, siendo consideradas como tales si cumplen al menos dos de los siguientes requisitos: una facturación superior a 40 millones de euros, un balance de 20 millones de euros o más de 250 empleados durante el ejercicio.
– Las empresas de seguros y entidades de crédito.
Por otro lado, las microempresas cotizadas y las pymes no cotizadas no están dentro del ámbito de aplicación de la Directiva, pero pueden optar por cumplir con sus disposiciones de manera voluntaria. Además, las filiales podrían estar exentas si la empresa matriz las incluye en su informe.
La CSRD se refiere a la divulgación de información sobre cómo las empresas están cumpliendo con sus responsabilidades sociales corporativas (CSR). CSR es un paradigma empresarial que implica que las empresas deben ser responsables no solo de sus beneficios económicos, sino también de su impacto social y ambiental.
Esta Directiva es importante porque aporta transparencia, permitiendo a los “stakeholders”, incluyendo a los inversores, empleados, clientes y la sociedad en general, evaluar las acciones de la empresa en materia de sostenibilidad, ética y contribución social.
Las empresas pueden utilizar la CSRD para comunicar sus logros en áreas como el medio ambiente, la equidad laboral, la ética empresarial y las contribuciones a la comunidad.
La CSRD no solo es una necesidad legal, sino también una oportunidad para que las empresas mejoren su desempeño ESG y su relación con sus grupos de interés, creando valor a largo plazo.
Todos esto ofrece diversos beneficios para las empresas, ayudándolas a liderar la transición hacia una economía más responsable y sostenible con el medio ambiente y la sociedad.
– Nuevas oportunidades de inversión al atraer a inversores interesados en la sostenibilidad.
– Reducir los costes y aumentar la eficiencia.
– Mejorar su reputación y su imagen de marca al demostrar su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social.
– Identificar y gestionar riesgos ESG, lo que puede reducir los costes asociados a estos riesgos.
La CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) es una iniciativa propuesta por la Comisión Europea que pretende establecer normas más detalladas y rigurosas de divulgación de información relacionada con la sostenibilidad de las empresas.
Por su parte, la Taxonomía de la UE es un sistema de clasificación que permite a las compañías identificar qué actividades económicas pueden considerarse sostenibles según los parámetros establecidos por la Unión Europea.
La relación entre la CSRD y la Taxonomía de la UE es esencial para definir y orientar el marco corporativo hacia la sostenibilidad.
Con la divulgación de información según las normativas de la CSRD, las empresas deberán indicar en qué medida sus actividades se ajustan a la Taxonomía de la UE.
Este factor brinda un mayor nivel de transparencia y permite a los inversores y al público en general hacer comparaciones más precisas entre las diferentes compañías en términos de sus prácticas de sostenibilidad.
El papel de la CSRD no se limita únicamente a los criterios de la Taxonomía de la UE. También abarca la integración de otras estructuras de divulgación relevantes, como el Grupo de Trabajo sobre la Divulgación Financiera relacionada con el Clima (TCFD), la Iniciativa Global de Informes (GRI) y la Junta de Normas de Contabilidad de Sostenibilidad (SASB). Esta inclusión brinda una cobertura más amplia y enriquece la presentación de informes sostenibles.
Por último, la CSRD tiene relación con el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR), que establece los requisitos que deben cumplir los participantes de los mercados financieros en términos de divulgación de información de sostenibilidad.
Los indicadores requeridos por el SFDR estarán sincronizados con los informes de la CSRD, proporcionando a los inversores una información sólida y confiable sobre la sostenibilidad de las inversiones de las empresas.
Por tanto, la relación entre la CSRD y la Taxonomía de la UE ayuda a mejorar la transparencia y a estandarizar los informes de sostenibilidad en toda la UE, facilitando a los inversores y al público general la comprensión de los esfuerzos de sostenibilidad de las empresas. Al mismo tiempo, contribuye a impulsar un desarrollo económico sostenible en toda la región.
La Directiva CSRD mantiene una serie de criterios para la divulgación de información por parte de las empresas. Algunos de estos criterios incluyen:
Para cumplir con los requerimientos de la CSRD, los informes deben ser certificados y verificados por un auditor o certificador independiente acreditado.
Asimismo, esta información debe publicarse en una sección específica de informes de gestión de la empresa.
Para complementar la directiva se han establecido los estándares europeos de información a través de los European Sustainability Reporting Standards (ESRS).
La Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y las Normas Europeas de Informes de Sostenibilidad (ESRS) interactúan en el ámbito financiero y corporativo, aunque su relación puede ser confusa debido a sus características inherentes.
La CSRD es un mandato que requiere que las empresas divulguen sus informes de sostenibilidad. Define las reglas básicas que todas las corporaciones deben seguir en lo que respecta a mostrar su compromiso y contribución a la sostenibilidad.
Trata temas como la divulgación de información financiera, los objetivos a largo plazo de la empresa y su contribución a las economías sostenibles.
Por otro lado, la ESRS, como componente de la CSRD, brinda detalles precisos sobre qué información específica de sostenibilidad debería aparecer en los informes.
Estas normas involucran una variedad de aspectos, desde el desglose de las emisiones de gases de efecto invernadero hasta el detalle del rendimiento económico y las implicancias sociales de las actividades de la empresa. Funciona como una guía más detallada para crear informes efectivos y completos.
La CSRD está en pleno funcionamiento, y la ESRS sigue evolucionando, habiéndose publicado el acto delegado que contiene el primer conjunto final de ESRS, que complementa la Directiva 2013/34/UE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre estándares de informes de sostenibilidad (ESRS). Este desarrollo es un avance muy importante para conseguir un lenguaje común para los informes de sostenibilidad en la UE.