OBRA DESTACADA
Las principales corporaciones cotizadas de la Unión Europea están liderando en la implementación de prácticas de gobernanza climática, en parte gracias a un marco regulatorio más riguroso en comparación con sus homólogas estadounidenses, donde la regulación tiende a ser más permisiva. Este hallazgo proviene del estudio “Gobernanza Climática Corporativa y el camino hacia ‘Net Zero’: relevancia, desafíos e impacto”, realizado conjuntamente por el bufete de abogados A&O Shearman y la IE Law School de IE University.
El análisis se enfoca en la gobernanza climática de 25 empresas cotizadas de cinco jurisdicciones diferentes, incluyendo España, Alemania, Francia, Estados Unidos y Reino Unido. Se evalúan indicadores que reflejan diversos aspectos de la estrategia corporativa, normativa interna, remuneración, supervisión, gestión de riesgos, reporte y auditoría en relación con los objetivos climáticos.
Los resultados muestran que, en jurisdicciones con regulaciones más estrictas como la UE, y en particular en Francia y España, las empresas muestran un mejor desempeño en gobernanza climática. En contraste, en Estados Unidos, donde la muestra incluye principalmente empresas del sector de petróleo y gas, la gobernanza climática es menos desarrollada.
El estudio destaca que todas las empresas españolas analizadas tienen mecanismos de gobernanza climática establecidos, como la identificación de riesgos climáticos y la definición de políticas de sostenibilidad que se actualizan periódicamente. Las mejores prácticas se observan en aquellas empresas que, por ejemplo, informan sobre la evaluación de los objetivos climáticos que influyen en la retribución, utilizan métodos reconocidos para evaluar la materialidad de sus riesgos climáticos, o vinculan estratégicamente el interés social con la creación de valor sostenible.
El informe enfatiza que la gobernanza climática es un indicador del rendimiento de las empresas en relación con su impacto climático y un factor clave para reducir riesgos y mejorar la sostenibilidad. Además, sirve para que las compañías definan y comuniquen sus objetivos, planes e instrumentos de medición del impacto ambiental, permitiendo que los stakeholders y la sociedad valoren su posicionamiento y contribuciones.
El cambio climático, como desafío global, influye directamente en la estrategia y el modelo de negocio de las empresas. De las 250 mayores empresas por ingresos a nivel mundial, el 96% informa sobre sostenibilidad y el 64% reconoce el cambio climático como un riesgo para su negocio.
La regulación y las políticas destinadas a combatir el cambio climático motivan a las empresas a tomar medidas para reducir su impacto ambiental y contribuir a la salud del planeta. Estas empresas son cada vez más conscientes de que su involucración en la lucha contra el cambio climático puede ofrecer ventajas como la implicación a largo plazo de los inversores, menor nivel de riesgo, mayor resiliencia, buena reputación y oportunidades económicas derivadas de las tecnologías verdes.
El informe también advierte sobre los desafíos del ‘greenwashing’ y recomienda a los reguladores la creación de códigos específicos de gobernanza climática corporativa para ayudar a los consejos de administración y la alta dirección de las compañías a alinear las expectativas de los stakeholders. Asimismo, recomienda a las empresas ser transparentes en la comunicación y reporte de la gobernanza climática para proporcionar información detallada sobre sus prácticas y rendimiento climático.
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