El 64% de las empresas españolas adheridas al Pacto Mundial de la ONU España ha adoptado medidas para reforzar su resiliencia climática, según el informe Comunicando el Progreso 2024. Este porcentaje sitúa a España por encima del promedio europeo (55%) y del global (57%) en este ámbito, consolidando una posición de liderazgo que, sin embargo, aún deja margen de mejora en áreas clave como la financiación o la gestión de la cadena de valor.
El estudio destaca el papel de las grandes empresas, que lideran la acción climática con un 77% de implantación de medidas, frente al 58% registrado por las pymes. Pese a ello, solo un 22% de las entidades ha incorporado criterios climáticos en sus cadenas de suministro, y apenas un 21% lo ha hecho en sus comunidades locales. En materia de financiación, solo una de cada cuatro empresas (26%) ha promovido inversiones destinadas a la adaptación climática, con una significativa brecha entre grandes corporaciones (40%) y pequeñas y medianas empresas (20%).
Desde la dirección del Pacto Mundial de la ONU España, su directora ejecutiva Cristina Sánchez subraya la necesidad de impulsar una transformación empresarial más profunda. “El cambio climático exige una respuesta ambiciosa e integral por parte del sector empresarial. Estos datos muestran que nuestras empresas no solo están reaccionando, sino transformando su modelo productivo para construir resiliencia”, ha señalado, destacando también el apoyo continuo que presta la iniciativa a las empresas firmantes.
El informe también identifica las principales prioridades ambientales del tejido empresarial español. El agua y el saneamiento ocupan el primer lugar, considerados temas materiales por el 70% de las empresas, por encima de las medias europea (60%) y global (59%). Le siguen la energía y el uso de recursos (69%) y la gestión de residuos (66%), todos ellos con un nivel de implementación alto: un 76% de las empresas encuestadas cuenta con políticas específicas tanto en gestión de energía y recursos como en residuos, superando ampliamente los datos medios del entorno europeo e internacional.
No obstante, la protección de la biodiversidad (41%) y los ecosistemas marinos (20%) aún presenta un desarrollo limitado, lo que refleja un potencial de mejora relevante en el enfoque ambiental empresarial.
En cuanto a la medición de emisiones, el 66,5% de las empresas españolas mide sus emisiones directas (alcances 1 y 2), cifra muy próxima a la media europea (67%) y superior a la global (60%). Sin embargo, el análisis del informe revela un desfase en la medición de las emisiones indirectas (alcance 3), que solo realiza el 28% de las empresas españolas. Esta cifra es considerablemente inferior a la media europea (49%) y mundial (43%), lo que representa un obstáculo importante en la trazabilidad total de la huella de carbono y en la fijación de objetivos ambiciosos de descarbonización.
El informe alerta sobre la importancia de reducir esta brecha en la medición de alcance 3, dado que estas emisiones —vinculadas mayoritariamente a la cadena de valor— constituyen habitualmente la mayor parte del impacto climático de las organizaciones.
Finalmente, el estudio se alinea con la iniciativa Forward Faster, promovida por el propio Pacto Mundial, que insta a las empresas a acelerar su acción climática mediante una reducción drástica de emisiones, garantizando al mismo tiempo una transición justa, inclusiva y basada en los derechos humanos.