La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Catalina García, ha expuesto este martes en Huelva los estudios y herramientas que está desarrollando la Junta para “anticipar y mitigar” los impactos del cambio climático sobre la costa andaluza, especialmente ante el previsible ascenso del nivel del mar. Una de estas herramientas permitirá consultar los riesgos climáticos sobre el litoral de forma intuitiva.
Lo ha hecho durante su intervención en las III Jornadas de Sostenibilidad Ambiental y Gestión Portuaria, organizadas por la Autoridad Portuaria de Huelva y la Asociación Técnica de Puertos y Costas, que se celebran los días 27 y 28 de mayo en las Cocheras del Puerto de Huelva, ha indicado la Junta en una nota.
García ha destacado la importancia de estos trabajos técnicos, que se presentan por primera vez públicamente y que sitúan a Andalucía “a la vanguardia de la adaptación costera al cambio climático”. “Estamos trabajando intensamente para anticiparnos a los efectos de la subida del nivel del mar con herramientas científicas y una base de datos rigurosa que ya estamos utilizando para orientar decisiones clave sobre ocupaciones del litoral, infraestructuras costeras y espacios protegidos”, ha declarado la consejera.
Los estudios presentados están siendo desarrollados por la Dirección General de Sostenibilidad Ambiental y Economía Circular y por la Secretaría General de Medio Ambiente y Cambio Climático, en el marco de distintos proyectos cofinanciados por el Programa Operativo Feder de Andalucía 2014-2020, así como mediante la participación andaluza en el Plan de Impulso al Medio Ambiente (PIMA) Adapta Costas.
El objetivo común es “dotar a Andalucía de una estrategia integral para conocer, prever y actuar frente a los riesgos climáticos en el litoral”. Entre estos trabajos se encuentra el estudio de inundación y erosión ICCOAST, elaborado por la Universidad de Granada y diversas entidades especializadas.
Este estudio permitirá generar proyecciones específicas para la costa andaluza bajo distintos horizontes temporales –2025, 2030, 2050 y 2100– y escenarios climáticos, tomando como base los datos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Se han calculado capas sobre la evolución de la línea de costa, zonas inundables, retroceso de playas y exposición a temporales.
Una de las aportaciones de estos estudios ha sido la creación de un visor cartográfico online, disponible en el Portal Andaluz de Cambio Climático, que permite visualizar los riesgos asociados al cambio climático en cada tramo del litoral andaluz. Esta herramienta, que ya está operativa, ofrece información sobre peligrosidad, impactos y riesgos, a partir de datos actualizados sobre climatología, batimetría, infraestructuras, biodiversidad, usos del suelo, población o renta media, entre otros indicadores.
Esta aplicación, que se encuentra en fase de prueba en las delegaciones territoriales de la Junta, permitirá a gestores portuarios, responsables municipales, universidades, consultoras y entidades del sector privado disponer de un soporte riguroso para planificar con mayor precisión la gestión del litoral y la ocupación del dominio público marítimo-terrestre.
La herramienta también será “especialmente útil” para el sector industrial andaluz, fuertemente asentado en áreas costeras como el Polo Químico de Huelva o el Campo de Gibraltar, que podrán anticipar su vulnerabilidad ante la subida del nivel del mar o episodios extremos.
A través del proyecto PIMA Adapta Costas, la Junta ha realizado un análisis exhaustivo de los impactos previstos sobre el dominio público marítimo-terrestre, con especial atención a las infraestructuras portuarias. En este estudio se ha evaluado cómo pueden verse afectadas las condiciones de operatividad de los puertos por el ascenso del mar, la agitación de las aguas o el aterramiento de las dársenas.
De este modo, se ha elaborado una propuesta de adaptación para los puertos autonómicos, clasificándolos según su vulnerabilidad, la antigüedad de sus estructuras o su importancia comercial. Esto permitirá planificar la renovación o adaptación de muelles, diques y elementos portuarios para asegurar su funcionamiento futuro.
Una de las aplicaciones más relevantes de estos estudios reside en su uso para la gestión del dominio público marítimo-terrestre. Gracias a las capas generadas por el proyecto ICCOAST y PIMA Adapta Costas, la Consejería cuenta con un soporte técnico que permite orientar decisiones sobre el otorgamiento, renovación o extinción de concesiones –como chiringuitos o instalaciones turísticas– en función de su exposición al riesgo.
Esto implica poder determinar si una instalación quedará afectada por temporales recurrentes en los próximos años o décadas, y, en consecuencia, si debe ser trasladada, adaptada o si es viable su autorización. También permite planificar la duración de los títulos, en coherencia con las previsiones climáticas.
La Junta también ha aplicado esta información para proteger ecosistemas costeros vulnerables, como marismas, playas, estuarios o zonas dunares, muchos de ellos incluidos en la Red Natura 2000 o catalogados como Reservas de la Biosfera o humedales Ramsar. Los trabajos han permitido identificar tramos especialmente sensibles, estimar la evolución de sus condiciones ecológicas y planificar medidas de protección.
Estos estudios servirán de base para la actualización de Planes de Ordenación de Recursos Naturales, estrategias marinas y planes hidrológicos. Igualmente, permiten integrar criterios de adaptación climática en la evaluación ambiental de proyectos que se ubiquen en el litoral.
Entre los trabajos presentados destaca también el análisis del denominado efecto Bruun, que calcula el retroceso natural de la línea de costa debido al ascenso del nivel del mar. Este estudio, realizado por el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, ha permitido estimar cómo afectará este fenómeno a distintos tramos del litoral andaluz en los próximos 75 años.
Los trabajos desarrollados por la Consejería permiten además mejorar el diseño de futuras infraestructuras marítimas. Gracias a los datos sobre oleaje, batimetría, erosión y agitación, es posible proyectar con mayor precisión las condiciones que deben soportar los diques, espigones o instalaciones portuarias. Estos datos técnicos, según ha dicho la consejera, permiten “no solo optimizar la inversión pública, sino también aumentar la seguridad, prolongar la vida útil de las estructuras y evitar actuaciones que puedan quedar obsoletas por el avance del mar”.
Catalina García ha recalcado que todo este trabajo está en consonancia con la Estrategia Europea de Adaptación al Cambio Climático y con los compromisos asumidos en la Agenda 2030. Asimismo, ha recordado que la Junta de Andalucía está desarrollando su propio Plan Andaluz de Acción por el Clima 2021-2030, que contempla hasta el momento 231 acciones y ha movilizado más de 2.616 millones de euros desde su aprobación.