El pasado 20 de noviembre, los representantes de los Estados miembros de la UE reafirmaron su voluntad de atenerse al plan de la Comisión Europea.
Aprobaron retrasar un año la entrada en vigor del reglamento destinado a combatir la deforestación. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los eurodiputados, no desean introducir ningún otro cambio en el texto recién aprobado.
«El Consejo informará ahora al Parlamento Europeo de esta posición con vistas a iniciar las negociaciones. El objetivo es que el reglamento sea adoptado formalmente por los dos colegisladores y publicado en el Diario Oficial de la UE para que pueda entrar en vigor a finales de año», señala el comunicado. El calendario parece apretado.