Se clasifican 375 ciudades en función de su concentración media de partículas finas PM2,5 en 2022 y 2023.
Según la AEMA, las ciudades con el aire más limpio son Uppsala (3,5 µg/m³) y Umea (3,6 µg/m³) en Suecia, y Faro (3,6 µg/m³) en Portugal. La peor calidad del aire se registró en Slavonski Brod (Croacia) (26,5 µg/m³). Sólo 13 ciudades europeas tienen una concentración media de partículas finas que cumpla las directrices fijadas por la OMS (5 µg/m³). En Francia, ninguna de las ciudades en las que se realizaron mediciones respeta este umbral. Sus concentraciones de partículas finas se sitúan entre 5 y 15 µg/m³.
En conjunto, las ciudades de los países nórdicos (Noruega, Suecia, Finlandia, Estonia) y de Europa Occidental (Francia, Irlanda, España, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, Alemania, etc.) presentan una mejor calidad del aire que las ciudades de Europa Oriental (Italia, Polonia, Eslovaquia, Hungría, República Checa, Rumanía, Croacia, Bulgaria, Grecia, etc.).
Para mejorar la situación que presenta la herramienta y alcanzar, de aquí a 2030, el objetivo europeo de reducir las muertes prematuras debidas a las partículas finas en al menos un 55% con respecto a los niveles de 2005, se revisará la directiva sobre calidad del aire ambiente para aproximar las normas de calidad del aire de la UE a las directrices de la OMS.
La AEMA también tiene previsto publicar próximamente un análisis de los efectos de la contaminación atmosférica en los ecosistemas y la salud humana.