Economía Social: el modelo más resistente ante la pérdida de empleo, según CEPES

Autor: Lefebvre Economía Social: el modelo más resistente ante la pérdida de empleo, según CEPES

Según el análisis llevado a cabo por la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), la Economía Social se sitúa como el modelo de negocio más resistente ante lardida de puestos de trabajo y con una mayor presencia en áreas rurales y ciudades intermedias en España.

El objetivo de esta investigación es destacar y cuantificar la importante contribución de la Economía Social a la sociedad en España, la cual cuenta con más de 43.000 empresas, 2.5 millones de empleos y una facturación que representa el 10% del PIB.

Utilizando una muestra de 10.291 entidades de Economía Social y 33.409 personas empleadas, se comparó con un grupo de control de empresas y empleos mercantiles.

Zonas rurales

Los resultados muestran que la Economía Social tiene una mayor presencia en zonas rurales y ciudades intermedias, y contribuye significativamente a la creación de actividad y empleo, así como a la competitividad y fijación de población en estas áreas. Además, se destaca que el emprendimiento en la Economía Social también beneficia a las zonas rurales y ciudades intermedias, con un 43,5% de las empresas más jóvenes ubicadas en estas zonas.

La distribución sectorial de la Economía Social también promueve la diversificación económica rural y mejora su competitividad. Gracias al enfoque de la Economía Social, se mantienen cerca de 74.000 empleos en zonas rurales y se evita que aproximadamente 192.000 personas se desplacen a áreas urbanas.

Sector privado

El informe resalta que durante el periodo 20172021, la Economía Social tuvo un desempeño más favorable que la economía total, excluyendo el sector público, a pesar del impacto negativo de la pandemia de COVID19. El estudio muestra que el 6,3% de las organizaciones del sector privado en España pertenecen a la Economía Social, un aumento del 0,3% en comparación con el estudio anterior de 2019.

Además, se observan grandes diferencias en el desarrollo de la Economía Social entre las comunidades autónomas, siendo Ceuta, Melilla, Castilla-La Mancha, Navarra, País Vasco y Murcia las más destacadas, mientras que Madrid, Baleares y Canarias tienen un menor desarrollo.

El modelo empresarial de la Economía Social está presente en todos los sectores económicos, pero tiene un peso significativo en cuidados y otros servicios sociales (43%), cultura y ocio (35,2%), educación (26%), agricultura (12,8%) y energía y agua (10,9%).

Economía Social y cohesión social

Según el presidente de CEPES, Juan Antonio Pedreño, las empresas y entidades de la Economía Social tienen un comportamiento que se diferencia del de las empresas mercantiles, lo que contribuye a un crecimiento económico más inclusivo, estable y con menos desigualdades sociales.

El informe de CEPES destaca cuatro áreas en las que se refleja este impacto positivo en la cohesión social: la inclusión de colectivos con dificultades de acceso al empleo, la estabilidad laboral, la igualdad de oportunidades y una mayor oferta de servicios como cuidados, educación y gestión del agua.

En comparación con las empresas mercantiles, el estudio muestra que la economía social incorpora en mayor medida a estos colectivos, con un 27,7% de su plantilla frente al 22,1% en las empresas mercantiles. Además, se observan mayores niveles de estabilidad laboral, igualdad de oportunidades y oferta de servicios en la economía social.

Los resultados también indican una brecha salarial menor, donde las mujeres ganan un 3% menos que sus compañeros varones, en comparación con el 26% en las empresas mercantiles.

Para cuantificar el impacto de estos principios diferenciales, el informe compara un escenario real con uno hipotético en el que las empresas de la economía social adoptan el comportamiento de las empresas mercantiles.

Según el informe, si esto sucediera, se perderían más de 181.000 empleos de personas con dificultades de acceso al empleo, habría una reducción en la estabilidad laboral y un aumento en el número de personas desempleadas. También se verían afectados los salarios y la igualdad de oportunidades, con una brecha salarial mayor y menos diversidad en los puestos directivos y de alta cualificación. Además, se perderían puestos de trabajo en servicios de cuidados y educación, especialmente en zonas rurales.

En resumen, el informe concluye que los principios de la economía social aportan un valor de 11.026 millones de euros a la sociedad, y que perder estos principios tendría graves consecuencias en la cohesión social y económica del país.

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