Estas medidas de restauración de la naturaleza deberán cubrir al menos el 20% de las zonas terrestres y marinas de la UE de aquí a 2030, y todos los ecosistemas que necesiten restauración de aquí a 2050.
Todo empezó con la propuesta legislativa de la Comisión Europea en junio de 2022. Rápidamente, el proyecto de reglamento chocó con la fuerte resistencia de los partidos conservadores y se libró por poco del rechazo del Parlamento Europeo un año después. El texto fue aprobado en julio de 2023 por una mayoría muy ajustada (12 votos), tras otra moción de rechazo (rechazada por un margen de 36 votos). Es más, el acuerdo entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión que se alcanzará en otoño de 2023 solo ha sido posible a costa de una reducción muy acusada de la ambición del texto, que deja un amplio margen de discrecionalidad a los Estados miembros en lugar de los objetivos y requisitos obligatorios establecidos en el texto inicial. No obstante, esta versión revisada será adoptada por el Parlamento a finales de febrero de 2024.
Pero las cosas no acabaron ahí, con un nuevo giro el 25 de marzo de 2024: ante la inminencia de las elecciones europeas de junio de 2024, Hungría decidió, con el apoyo de otros Estados miembros, no respaldar el proyecto de reglamento resultante del acuerdo a tres bandas, privando así al texto de la mayoría cualificada, es decir, de al menos 15 Estados miembros que representen como mínimo al 65% de la población. A falta de adopción antes de que Budapest asuma la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea (UE) el 1 de julio, el destino de esta ley parecía destinado a quedar en la estacada. Tanto más cuanto que la Presidencia belga del Consejo de la Unión Europea (UE) retiró inmediatamente la adopción de la ley del orden del día del Consejo de Medio Ambiente y aplazó su inclusión en el orden del día del Consejo para el 17 de junio de 2024, siempre que para entonces pudiera encontrarse una mayoría.
La historia tuvo un final feliz tras un giro final: la ministra austriaca de Ecología, Leonore Gewessler, anunció, para sorpresa de todos, que apoyaría la ley, tras haber anunciado previamente que se abstendría. La ministra había anunciado el domingo 16 de junio de 2024 que anularía la oposición de sus aliados de coalición y de todos los presidentes conservadores de los Länder, todos ellos muy próximos al lobby agrícola austriaco y que no querían este texto. El lunes 17 de junio de 2024, 20 de los 27 Estados miembros, que representan el 66,07% de la población de la UE, votaron a favor del texto. Suecia, Finlandia, Polonia, Países Bajos, Italia y Hungría se opusieron, y Bélgica se abstuvo.
El texto se publicará en el DOUE en las próximas semanas y los Estados miembros deberán aplicarlo en un plazo de dos años.