En 2023, los impuestos ambientales en España experimentaron un crecimiento significativo, recaudando 22.880 millones de euros, un aumento del 10,7% en comparación con el año anterior. Esto representó el 6,5% del total de impuestos del país, un incremento del 6,2% con respecto a 2022, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Desglosando estos números, los impuestos sobre productos (excluyendo IVA e impuestos sobre importaciones) ascendieron a 16.064 millones, marcando un incremento del 6,6% con respecto al año anterior. Los demás impuestos sobre la producción aumentaron a 5.000 millones, un aumento del 32,8%, mientras que otros impuestos corrientes ambientales disminuyeron ligeramente a 1.816 millones, un 1,0% menos.
Los impuestos de carácter ambiental formaron el 38,1% del total de impuestos sobre los productos, y los demás impuestos corrientes con finalidad ambiental constituyeron el 34,7% del total, con los impuestos sobre la producción aportando el 18,4%.
Los impuestos ambientales se dividen en tres categorías principales: impuestos sobre la energía (representando el 77,5% del total en 2023), impuestos sobre el transporte (13,7%) e impuestos sobre la contaminación y los recursos (8,8%).
De 2022 a 2023, los impuestos sobre la contaminación y los recursos aumentaron drásticamente en un 87,7%, impulsados en gran medida por la implementación del nuevo impuesto sobre envases de plástico no reutilizables, que recaudó 596 millones de euros en 2023. Los impuestos sobre la energía y el transporte también aumentaron, pero en menor medida, un 7,0% y un 3,5% respectivamente.
En 2023, los hogares pagaron el 42,8% del total de impuestos ambientales, incluyendo el 72,7% de los impuestos sobre el transporte y el 42,0% de los impuestos sobre la energía. Las empresas, por otro lado, contribuyeron con el 57,2% del total de impuestos ambientales, pagando el 96% de los impuestos sobre la contaminación y los recursos y el 58,0% de los impuestos sobre la energía.
Las industrias que más contribuyeron a los impuestos ambientales fueron la manufacturera (20,4% del total) y el transporte y almacenamiento (14,6%). En contraste, las industrias extractivas y la agricultura, ganadería, selvicultura y pesca fueron las que menos contribuyeron, con solo el 0,5% y 1,0% del total, respectivamente.