El reglamento impone a las empresas la obligación de garantizar que determinadas materias primas y productos vendidos en la UE o exportados desde ella no contribuyen a la deforestación. El nuevo calendario, presentado por la Comisión Europea, es el siguiente:
Los eurodiputados -especialmente los de las filas del PPE- quieren llevar el ejercicio un paso más allá. Por ello, han votado a favor de varias enmiendas para cambiar el fondo del texto legislativo.
Abogan, por ejemplo, por «la creación de una nueva categoría de países que presenten un riesgo “nulo” en términos de deforestación, además de las tres categorías existentes de riesgo “bajo”, “estándar” y “alto”. Los países clasificados como ‘sin riesgo’, definidos como países cuyo desarrollo de la superficie forestal es estable o va en aumento, estarían sujetos a requisitos mucho menos estrictos, ya que el riesgo de deforestación se consideraría insignificante o inexistente», afirma el comunicado de prensa.
La incorporación de estas enmiendas allana el camino para ulteriores negociaciones interinstitucionales, es decir, debates en profundidad con representantes de la Comisión Europea y el Consejo de la UE.
Sin embargo, si el reglamento sobre deforestación no se modifica rápidamente, seguirá imponiendo obligaciones a las grandes empresas sujetas a él a partir de finales de diciembre de 2024…