Los últimos datos disponibles indican que la brecha salarial aumentó en 120 euros durante 2021, un aumento del 2,6%. Esta subida se debió a que el número de personas afectadas por ERTE Covid disminuyó, así como a que al finalizar los confinamientos de la pandemia, las mujeres dedicaron más tiempo a los cuidados que los hombres.
Según Gestha, los últimos datos de la AEAT muestran que las mujeres deberían cobrar un 25,5% más para igualar el sueldo de los hombres, expresado en términos porcentuales.
Gestha reconoce que el aumento del SMI entre 2019 y 2021 ha tenido un impacto significativo en la reducción de la brecha salarial reduciéndose un 68%, hasta los 40 años. Sin embargo, todavía hay mucho trabajo por hacer para lograr la igualdad.
Las diferencias salariales son significativas en la Comunidad de Madrid, donde las mujeres ganan un promedio de 7.511 euros menos que los hombres. Por otro lado, la autonomía con la menor brecha salarial es Canarias, con diferencias retributivas de aproximadamente 1.956 euros.
Los expertos indican que las diferencias salariales entre hombres y mujeres se manifiestan en los niveles de remuneración más elevados. Por ejemplo, entre los 20.055 y 33.425 euros, las mujeres reciben un salario anual entre 116 y 153 euros más que los hombres; sin embargo, cuando los salarios superan los 133.700 euros al año, la brecha se amplía considerablemente, ya que las mujeres reciben aproximadamente 40.381 euros menos.
Los técnicos de Hacienda han identificado la precariedad laboral y el techo de cristal como los principales motivos de la brecha salarial entre hombres y mujeres. Esto se debe a que casi cuatro millones de mujeres no logran ganar el equivalente al SMI (Salario Mínimo Interprofesional) durante todo el año, lo que representa el 54,1% del total de mujeres ocupadas.
La presencia de la mujer en el mercado laboral se ve disminuida a medida que aumentan las retribuciones de los puestos de trabajo. Esto queda claramente reflejado en que hay menos de un 40% de mujeres trabajando en empleos que superan los 46.800 euros anuales, y menos de una cuarta parte en los puestos con retribuciones mayores a 100.000 euros. Además, en los puestos directivos con un salario anual superior a 133.700 euros, hay apenas dos mujeres por cada diez trabajadores.
Gestha ha solicitado al Gobierno que siga llevando a cabo acciones para reducir la brecha salarial, aumentando el presupuesto para incrementar el número de plazas en las guarderías públicas de 0 a 3 años así como también en los centros especializados para personas mayores y/o dependientes. Según Gestha, la disparidad salarial “se agrava sobre todo en las edades en las que se concentra la maternidad y el cuidado de los ancianos, de manera que la desigualdad más abultada se localiza al superar los 65 años, alcanzándose los 10.763 euros”.
El secretario general de Gestha, José María Mollinedo, ha señalado que las subidas del salario mínimo contribuyen a reducir la brecha salarial pero, para conseguir una mayor igualdad salarial, se requiere un cambio cultural que promueva la participación de la mujer en el trabajo. Además, se debería fomentar que ambos progenitores se impliquen en la conciliación, así como eliminar el techo de cristal que suelen encontrar las mujeres en su carrera profesional. Estos temas deberían formar parte de un Pacto de Estado.